La construcción de represas en el JardÃn de la República tuvo diferentes etapas, pero todas confluyeron en los mismos objetivos: evitar las reiteradas inundaciones y potenciar el abastecimiento de energÃa eléctrica a la población.
El desarrollo de diversos espejos de agua en la zona norte de Tucumán marcó el inicio de obras hidráulicas de gran envergadura, como los diques Celestino Gelsi y La Aguadita. El sur provincial tuvo que esperar algunos años hasta la construcción del dique Escaba, proceso que llevó a cabo entre 1940 y 1950.
El gigante de Sudamérica, como se lo conoce al embalse ubicado en Alberdi, recibe las aguas de los rÃos Singuil y ChavarrÃa, ambos provenientes de las Sierras de Aconquija. Según los registros, la represa tiene 75 metros de profundidad y una capacidad de 45 mil metros cúbicos.
El dique entró en funciones en 1947, durante la presidencia de Juan Domingo Perón, quien tuvo una marcada polÃtica federal en materia de obras públicas.
En los años posteriores a su inauguración tuvo una marcada influencia en los pueblos del sur, ya que fue clave para evitar inundaciones y sirvió como base para alimentar las arcas públicas a través de sus atractivos turÃsticos, como los paisajes y su colonia de murciélagos de más de 10 mil ejemplares.
SAT: Cerca tuyo, como NUNCA…
Foto: Tucumán Turismo
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