Para garantizar su suministro de agua, los habitantes de Tikal, uno de los grandes yacimientos precolombinos situados en la Cuenca del Petén —en lo que hoy es el norte de Guatemala, decidieron construir embalses. El único objetivo era acumular y almacenar el agua para los perÃodos de carestÃa. El problema es que con el paso del tiempo el lÃquido estancado se corrompÃa y acababa contaminado con microbios y minerales tóxicos.
A pesar de ese efecto, los arqueólogos dedicados a desentrañar la historia han comprobado que en apariencia la urbe disponÃa de un suministro más o menos constante de agua. Agua limpia y en buenas condiciones. La única explicación era que los lugareños tenÃan sistemas de depuración.
Resueltos a aclarar el misterio, un grupo de cientÃficos de la Universidad de Cincinnati se dedicó a investigar cómo lograban los habitantes de Tikal que su suministro se mantuviese en buenas condiciones. Las conclusiones las recogieron en un artÃculo publicado en octubre de 2020 en Naure.
Tras analizar el depósito de Corriental, un gran reservorio de agua potable utilizado por los mayas entre los perÃodos Preclásico TardÃo y Clásico TardÃo —una horquilla que va de hace alrededor de 2.200 a 1.100 años—, y un minucioso examen de sedimentos mediante difracción de rayos X (DRX), el equipo descubrió algo sorprendente: una mezcla de cuarzo cristalino grueso y zeolita, “un aluminosilicato hidratado, cristalino, poroso, tridimensional, no tóxico, con propiedades absorbentes naturales y de intercambio iónicoâ€, como detallan los cientÃficos en su artÃculo. La zeolita y el cuarzo pudieron rastrearse incluso hasta el Bajo de Azúcar, situado a unos 30 kilómetros de Tikal.
Gracias a sus propiedades la zeolita es en un aliado para eliminar del agua microbios dañinos y toxinas. Se sabe que hace alrededor de 2.700 años los ingenieros griegos y romanos ya aprovechaban sus propiedades absorbentes y la utilizaban como puzolanas en el cemento con el que luego construÃan estructuras hidráulicas. Mucho menos frecuente era usarla para potabilizar el suministro de agua. “Se ha asumido que las zeolitas no se utilizaron para la purificación hasta principios del siglo XX. También se ha presumido que las formas más antiguas de purificación de agua ocurrieron en Europa y el sur de Asiaâ€, reseñan los autores del informe.
El hallazgo de Tikal ofrece el ejemplo más antiguo conocido de purificación de agua en el hemisferio occidental. Tampoco se tiene constancia de que se hubiese empleado antes la zeolita para ese fin. Es más, dado que el sistema de purificación de Corriental ya funcionaba hace 2.185 años, aventajó en 600 a los sistemas de filtración a base de grava y arena del sur de Asia. Cuando los mayas se abastecÃan con agua limpia y segura faltaban aún dieciocho largos siglos para Robert Bacon desarrollase, en el XVII, su sistema de filtrado con arena.