Un poco de Historia: La Aguadita, una pequeña represa de alta influencia para el este tucumano

Su inauguración a fines del siglo XX significó un gran avance para la distribución de agua en Tucumán. Los gobiernos provinciales entre 1895 y 1905 fueron determinantes en materia de obras hidráulicas de gran envergadura. Con la iniciativa de Benjamín Aráoz y el entusiasmo de Próspero Mena y Lucas Córdoba se ejecutaron trabajos en la zona norte, considerada como la más alta y, por ende, beneficiosa para la distribución de agua.

Una de las obras más destacadas fue la construcción del dique La Aguadita, ubicado en el área este del departamento Tafí Viejo. La idea fue del ingeniero Eliseo Anzorena, que logró inaugurar la represa a fines de 1899, con la ayuda del ingeniero César Cipolletti, el maestro de las labores hidráulicas en Argentina.

Los registros establecen que la represa fue diseñada para abastecer a unas 25 mil hectáreas del departamento de Cruz Alta, albergando así a gran parte de las poblaciones de Alderetes y Banda del Río Salí y a unas 10 mil de San Miguel de Tucumán.

El impacto que generó la obra en la provincia fue muy positivo, al punto que se comenzaron a planificar otras vías de aprovechamiento de los caudales de los ríos. Para ese tiempo, la zona ya contaba con el dique El Cajón, ubicado en el departamento de Burruyacú y otras zonas importantes de riego.

Historias del agua para el fortalecimiento de la memoria colectiva.

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